Es innegable que la Península de Yucatán cuenta con impresionantes playas a su alrededor y sitios turísticos, como Cancún, Playa del Carmen y Tulum. Pero aquellos que desean refrescarse del sol y descansar de los sitios en los que abundan los turistas pueden escaparse a un submundo secreto de piscinas y cavernas donde los mayas se comunicaron con los dioses.
En estos lugares ocultos, se puede nadar en aguas frescas ricas en minerales en cuevas mágicas o bajo un cielo enmarcado en la jungla y sentirse perdido en otro momento del tiempo.
¿Te parece atractivo? No te pierdas a continuación, nuestra lista con las 5 grutas más recomendables para conocer esta temporada.
Las grutas de Lol-Tun son las más grandes e interesantes de toda la Península de Yucatán. Son, sin duda alguna, las grutas ideales para turistas con espíritu aventurero.
Estas grutas recibieron su nombre de las palabras mayas (lol) "Flor" y (tun) "piedra". Si golpeas las estalagmitas y estalactitas, que encontrarás en el interior, estas suenan como un instrumento de sintonización que emite un sonido de "lol" y "tun". Se dice que así es como las cuevas obtuvieron su nombre.
Las grutas de Lol-Tun tienen una historia fascinante. Se cree que estas cuevas fueron utilizadas durante miles de años por los mayas, quienes siempre han considerado las grutas como lugares sagrados y la entrada al inframundo. En estas grutas se han encontrado pinturas murales, cerámicas, piedras y restos de material óseo. Hoy en día hay hasta 145 pinturas y 42 petroglifos catalogados en estas cuevas.
Estas grutas han sido acondicionadas para paseos turísticos por medio de senderos con iluminación. El recorrido de dos horas es de aproximadamente 1000 metros. Al final del recorrido se encuentra una majestuosa bóveda desplomada que no te puedes perder y es ideal para presumir en tus redes sociales. La gruta cuenta con servicio de guía y por tu seguridad solo te permiten entrar con uno.
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Junto con las de Lol-Tún, las grutas de Calcehtok son de las más grandes de la Península de Yucatán. Tiene un sistema muy complicado de túneles en su interior por lo que es preciso contratar un guía. El nombre se deriva de los vocablos mayas “cal” (cuello), “ceh” (venado) y “tok” (pedernal).
En toda la caverna hay abundante material prehispánico. En las excavaciones se han hallado huesos de animales; cerámica, herramientas prehispánicas, esculturas en piedras, entierros humanos y haltunes (estructuras de piedra para contener agua). Hay varias cuevas principales donde pueden verse formaciones naturales con impresionante semejanza a objetos, animales y rostros. Alrededor de Calcehtok existe un complejo de más de 30 grutas, de las que se sospecha que están comunicadas. Ahora sí, prepara esos tennis y ponte en marcha.
Las grutas de Balankanche, ubicadas en el municipio de Tinum, hace muchos años fueron un importante centro ceremonial maya, por lo que ahí encontrarás objetos de devoción y altares en su imponente interior que alcanza más de 7 y 25 metros.
Explorar a pie su gran espacio demora aproximadamente 30 minutos. Podrás apreciar el trono de Balam y un gran pilar formado por la unión de una estalactita con una estalagmita que se asemeja a una gran ceiba. ¿Te imaginas las fotos tan magníficas que podrás compartir?
Si te gustan las aventuras extremas, esta es tu oportunidad de experimentar algo único. Las Grutas Chocantes son unas impresionantes cuevas de cristal llenas de belleza, sus interiores tienen formaciones minerales en forma de cascadas, que brillan intensamente cuando se iluminan con la linterna, de ahí el nombre.
Llegar a ellas implica un viaje que pondrá a prueba tu condición física y el deseo de aventura, ya que primero descenderás unos 10 metros en una escalera de metal, luego 20 metros más en pasos hechos de neumáticos; luego otra escalera de madera (con la ayuda de una cuerda)… ¡Un total de 50 metros de descenso! Luego tendrás que viajar otros 3 kilómetros haciendo un barrido lento hasta que la caverna se abra ante ti, lo que te permitirá apreciar la belleza de las cascadas. Es un viaje de casi 8 kilómetros y dura de 7 a 9 horas.
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También llamado Tunich Ha (Agua en la piedra), el cenote San Ignacio mantiene en su interior las mismas peculiaridades de hace millones de años teniendo de esta forma una belleza mágica y ancestral.
Para entrar se tiene que bajar por unas escaleras de madera que conducen a las refrescantes aguas. Se pueden apreciar las formaciones de estalactitas que rodean a toda la bóveda, un agujero que se encuentra en un lateral filtra la luz del sol iluminando el agua cristalina azul turquesa, dejando ver a los cientos de peces que habitan ahí, el cenote tiene una profundidad máxima de siete metros y en su parte baja va de un metro y medio a 40 centímetros.
En el interior del cenote existe un efecto térmico inverso a la temperatura de la superficie, en los meses de noviembre a febrero en los que existen días con temperaturas de 16°C, en el interior de la gruta la temperatura es de 28°C y el resto del año en el que tenemos temperaturas superiores a 40° C el interior de la gruta mantiene los 28 °C.
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