Es lunes, despiertas temprano por la mañana y lo primero que piensas antes de abrir los ojos es: “olvidé hacer las maletas”. Llevas planeando ese viaje familiar desde hace meses pero con tantos pendientes en la oficina lo olvidaste por completo, definitivamente necesitas un respiro.
Abres un empaque de café recién molido, no tarda mucho en esparcirse ese delicioso aroma por toda la habitación. Mientras esperas que se prepare el café, tomas tu teléfono y aprovechas para llamar a la oficina del concierge, preguntas por Carlos específicamente, tu mejor amigo desde que empezaste tu vida en Amanhá Residences.
“Buenos días, Carlos...se me ha olvidado que hoy salgo de viaje y me preguntaba si…”, por supuesto, tu concierge ya se ha encargado. Un chofer pasará por ti a las 12 en punto, tu vuelo sale a las 3 de la tarde. Los imposibles no existen en el Country Club.
Te sirves tu elíxir matutino y regresas a tu habitación, en el camino pasas junto a la habitación de tus hijos que aún duermen, por supuesto, es un poco pronto para iniciar el día. Caminas en silencio y observas que tu esposa ya se ha levantado y ha empezado a empacar.
Aprovechas el momento para checar unos correos, volteas tu mirada hacia la ventana de tu habitación y te concentras en los maravillosos campos que rodean tu residencia. Pronto te comienzas a sumergir en tus pensamientos, te dejas llevar por el increíble paisaje. La vida en Amanhá Residences es inigualable.
Poco a poco la habitación comienza a iluminarse, el cantar de los pájaros y los sonidos de la mañana endulzan tus oídos a un nivel impresionante. “Estoy enamorado de este lugar”, le dices a tu esposa y ella te regala una sonrisa, haciendo ese gesto que tanto te encanta.
Terminan de empacar y se preparan para partir. Tus pequeños ya se han despertado, sus maletas no son un problema, están tan emocionados que llevan mucho tiempo esperando este día. Aún faltan unas horas, deciden poner una película para pasar el rato.
Ha llegado, el chofer los está esperando. Acompañas a tu familia y ayudas a subir las maletas. Todo pasa tan rápido que sientes que el tiempo aquí no existe. Te subes al automóvil y le regalas un suspiro al momento.
Volteas una vez más para despedirte de tu hogar por unos días: “No se preocupe, señor. Cuando regrese todo seguirá igual”. Y lo sabes, no es la primera vez que te vas de viaje y al regresar tu residencia te recibe con una atmósfera de paz y armonía.
Esta historia podría ser tuya, o incluso mucho mejor. Vive una experiencia Country en Amanhá Residencial Resort, todas las comodidades que siempre soñaste te están esperando. Descubre un estilo de vida hecho especialmente para ti.