El constante crecimiento de Mérida es cada vez más notorio. La ciudad blanca se encuentra cambiando, desde el estilo de vida de los ciudadanos, hasta la vialidad y el movimiento económico. Las necesidades de la sociedad y de la misma ciudad aumentan y se transforman, requiriendo que los procesos y modelos de desarrollo se adapten a éstas.
El cambio en las construcciones y el sector inmobiliario en Mérida está promoviendo el inevitable crecimiento vertical de la misma, que comienza a popularizarse y a ser necesario, como lo es en la mayoría de las grandes ciudades.
Conoce más acerca de este tipo de desarrollo y su influencia en la capital yucateca.
Según la Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles de la Ciudad de México:
“Un condominio vertical, es aquel inmueble edificado en varios niveles en un terreno común, con unidades de propiedad privativa y derechos de copropiedad.”
Esto significa que los desarrollos verticales son específicamente los edificios que poseen locales, viviendas que en su mayoría son para rentar y, principalmente, que tienen varios propietarios.
A diferencia de los desarrollos horizontales, que son los inmuebles en los que el propietario es dueño exclusivo de un terreno y del inmueble establecido en él, constituye una comunidad de propietarios. El crecimiento vertical es la principal influencia y motivación para compactar las grandes urbes y definitivamente, aprovechar y usar de manera inteligente los terrenos.
Es evidente que a medida que la población aumenta, la mancha urbana y el desarrollo de las grandes urbes -incluyendo Mérida-, también lo harán. Esto significa que las áreas verdes y la flora silvestre de las entidades, desaparecen a medida que la ciudad crece si no se toman las medidas correspondientes.
Esto no es sólo insostenible, pues también puede ocasionar una serie de problemas a la población; desde desbalances biológicos, hasta simple y sencillamente falta de sombra, aire limpio, y por supuesto, un clima tolerable. Los desarrollos verticales son la solución a esta serie de problemas. Con el crecimiento vertical en la ciudad, el desarrollo entonces será hacia arriba, reduciendo el impacto en el suelo y los alrededores de la entidad.
Tener más cerca las oficinas, negocios y lugares, o incluso en el mismo sitio, permitirá una mejora en el tránsito y la afluencia de transeúntes. Además de proteger las áreas verdes, también puede motivar a los ciudadanos a moverse a pie o a optar por transportes más ecológicos, como la bicicleta, aprovechando, además, las nuevas ciclovías.
El crecimiento vertical en Mérida es en realidad inevitable, según la vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Gabriela Chavarría, quien además, hizo mención de las 11 nuevas torres departamentales próximas a construirse.
Como es de esperar, Chavarría reconoce a Mérida como una ciudad con un mercado atractivo. Su futuro sin duda la destina a crecer hacia arriba debido al novedoso y prometedor estilo de vida que la capital yucateca ofrece, con sus elevados niveles de seguridad y paz.
El propósito de este nuevo tipo de viviendas y modelo de construcción, es que la ciudad blanca se vuelva funcional y con mayor accesibilidad, disminuyendo los espacios pero aprovechando en su totalidad los terrenos, permitiendo que las personas vivan en un lugar en el que tengan todas las facilidades y la ciudadanía tenga acceso a las mismas a la vez, de manera eficiente, organizada y optimizando recursos.