Para nadie es un secreto que Mérida está creciendo a pasos agigantados, muchas veces de forma desordenada y sin planeación. Junto a ese crecimiento han florecido los desarrollos inmobiliarios, pensados para las necesidades de sus cada vez más diversos habitantes. ¿Cómo afecta esto la sustentabilidad de la ciudad?
Mito 1: Los departamentos no son viviendas sustentables para Mérida.
Realidad: Los departamentos son la opción más viable ante el crecimiento de la ciudad.
Quizá los cambios más evidentes sean la expansión de la mancha urbana, las cada vez más escasas áreas verdes y el "efecto dona", provocado por el crecimiento fuera del anillo periférico.
Aunque la aparición de edificios de departamentos en nuestra ciudad se ha visto con recelo, este tipo de desarrollo puede beneficiar nuestro crecimiento y convivencia:
- Se crece hacia arriba, no se expande hacia los costados, lo que propicia una mayor rentabilidad de la tierra, logrando hasta un 30% de reducción en el uso del suelo, según informes del Centro de Estudios sobre Desarrollo Sustentable (disponible en línea aquí).
- La cercanía de los servicios y centros de entretenimiento, sobre todo en los desarrollos de usos mixtos, disminuye el uso del automóvil, promoviendo transportes más amigables con el ambiente.
- Al concentrarse en un espacio mucho más controlado, permite gestionar mejor los recursos como energía eléctrica y servicios de agua potable.
- Fomenta la conservación y transformación de las áreas verdes, pues se propician los lugares de convivencia, responsabilidad compartida con cada uno de sus residentes.
Mito 2: Los departamentos son sinónimo de poco espacio.
Realidad: El espacio que tú necesitas, ni más, ni menos.
Vivir en un departamento funciona bajo esta premisa, que para las nuevas generaciones tiene todo el sentido del mundo.
La sociedad en Mérida hoy no es la misma que la de hace algunos años. Familias más pequeñas, de uno o dos hijos, parejas sin hijos o personas que han decidido disfrutar su soltería son muchísimo más frecuentes y mejor vistas que hace una o dos generaciones.
¿De verdad necesitamos el mismo espacio para vivir que hace 20 años? ¿para qué queremos habitaciones que se convertirán en bodegas o cuartos vacíos?
Actualmente, puedes encontrar departamentos de 1, 2 o 3 habitaciones, dependiendo del espacio que necesites según tu estilo de vida. Contar con el espacio ideal para ti significa menos tiempo y menor costo de mantenimiento, versatilidad en los ambientes y la posibilidad de hacer de cada rincón un pedacito de tu hogar.
Después de todo, lo importante en los espacios es el toque con que cada habitante le agrega su sello personal y lo transforma para hacerlo único.
Mito 3: Vivir en un departamento es vivir encerrado.
Realidad: Fomenta la convivencia y las actividades al aire libre.
Aunque parezca todo lo contrario, vivir en un departamento, sobre todo dentro de los desarrollos de usos mixtos, favorece las actividades al aire libre y un estilo de vida más saludable. Por supuesto, todo depende de la arquitectura del desarrollo y de cómo ha sido pensado para satisfacer las necesidades de sus inquilinos.
Es muy importante que, si estás pensando en adquirir o habitar este tipo de vivienda, conozcas el plan de la inmobiliaria y la cantidad de áreas verdes y espacios de convivencia que destinaron en sus planos. ¿Cuenta con algún parque, circuito de jogging o ciclopista donde puedas ejercitarte o divertirte con tu familia? ¿cuánto del espacio total del desarrollo está desginado a áreas verdes? ¿cómo conviven estos espacios con el diseño del desarrollo?
Mito 4: La convivencia en departamentos es muy problemática.
Realidad: Los acuerdos que se toman entre habitantes ayudan a regular la convivencia.
Quienes han vivido en un departamento han aprendido que la convivencia diaria se basa en el respeto de los demás vecinos, siempre buscando el bienestar común. Todos comparten áreas de convivencia y deben preocuparse por mantenerlas tranquilas y ordenadas. Lo mismo pasa con el ruido, la limpieza y el mantenimiento del edificio: el reglamento está claramente establecido y es la mejor herramienta para evitar y conciliar posibles conflictos entre vecinos.
En 2014, ante el surgimiento de los primeros edificios de departamentos en nuestra ciudad, se aprobó el Régimen de condominio, un dictamen que regula no sólo la construcción de viviendas, sino la armonía de sus propietarios y residentes.