La mayoría de nosotros quisiéramos trabajar en un entorno laboral tranquilo y sin conflictos, sin embargo, la realidad es que en todas las empresas siempre existe algún problema o desastre que deberemos enfrentar.
Para demostrarte que todo problema viene acompañado de una solución, a continuación te presentamos los 5 desastres más comunes en la oficina y algunas ideas para darles solución:
Las oficinas con grandes problemas son aquellas que invierten apenas lo indispensable en equipamiento y tecnología para que la empresa opere. Un ejemplo clásico es aquél en donde los empleados tienen que esperar su turno para imprimir algún documento importante, o bien, trabajar con equipos de cómputo de mala calidad que solo entorpecen el trabajo diario.
Los equipos se dañan, especialmente si hay muchas manos usándolos. El equipamiento mínimo de una oficina recibirá malos y buenos tratos, y con esto, se crearán conflictos y reclamos sobre quién daño qué en el espacio de trabajo.
Pasamos demasiado tiempo en la oficina como para que el espacio que tenemos para trabajar sea incómodo. Desafortunadamente, este es un problema muy común en algunas empresas, que por querer ahorrarse unos pesos en la renta, sacrifican espacios de calidad para sus empleados.
El confinamiento en espacios pequeños creará incomodidad en los empleados, lo que llevará al estrés, el mal humor y muy probablemente a los enfrentamientos o roces laborales, lo cual puede convertirse en un gran desastre.
No es necesario en rentar enormes oficinas, la clave está en una buena distribución, incluso hay algunas oficinas que ofrecen espacios especialmente pensados en promover la productividad de los empleados.
La mala comunicación entre los diferentes departamentos son el cáncer más común de las empresas, sin importar si son pequeñas o grandes. Sin una buena relación entre áreas, habrá divisiones en el equipo y esto provocará que cada departamento tenga objetivos distintos, competencia y un pésimo ambiente de trabajo.
Algunas empresas han decidido seguir la filosofía de hacer más con menos, lo que en pocas palabras significa que un empleado lleva a cabo las tareas de dos o incluso tres puestos. Esto genera un enorme problema, pues logra que la empresa pierda empleados valiosos y vea afectados sus resultados.
Es necesario hablar con cada uno de los empleados y entender las funciones que realiza, cuánto tiempo les toma y de qué manera impacta en los resultados de la empresa. Al tener este panorama, será mucho más fácil saber en qué áreas es necesario reforzar al equipo con nuevos colaboradores.
Hay una gran diferencia entre jefes y líderes:
Un líder confía en su equipo y lo motiva a hacer grandes cosas, por otro lado, el jefe solo impone y suele pasar por encima de sus empleados.
Si en una empresa predominan los jefes, solo habrá empleados desmotivados y un bajo desempeño, sin ganas de realizar su mejor esfuerzo para ayudar a la empresa.
¡Ver a los empleados como colaboradores, no como subordinados! Tener una relación cercana con ellos y un liderazgo más horizontal traerá excelentes resultados a la empresa, pues lo colaboradores ahora se sabrán un elemento importante para el logro de objetivos y se sentirán valorados.
¿Has experimentado alguno de estos problemas en tu oficina? Varios de ellos se pueden resolver de manera práctica, escogiendo el sitio adecuado para establecer las operaciones de tu empresa. El resto, dependerá de tu iniciativa como jefe o colaborador de una empresa.