El desgaste natural que cualquier inmueble sufre con el paso del tiempo es el peor enemigo de tu inversión. Sin embargo, evitarlo es muy sencillo. Darle mantenimiento constante a una propiedad no solamente la ayuda a mantener una apariencia estética, sino que además potencializa su vida útil, y aumenta su posibilidad de renta o de venta.
En promedio, la vida útil de una propiedad oscila entre los 30 y 50 años dependiendo de varios factores:
Sin embargo, esta vida útil puede extenderse hasta los 75 años o más con el mantenimiento adecuado.
Por supuesto, la vida útil depende de los materiales. De acuerdo con la Asociación nacional de Constructores de Casas (NAHB por sus siglas en inglés), algunos lapsos de tiempo que pueden interesarte son:
El valor de una propiedad puede verse afectado de manera importante si los acabados se encuentran deteriorados, las instalaciones básicas presentan fallas o si hay detalles como termitas, daños, roturas y demás.
Cuando se habla de edificios de condominio, la situación se complica, pues el desgaste y los daños del edificio afectan la plusvalía de cada condominio, dificultando su venta o renta y reduciendo su valor.
El mantenimiento preventivo de las áreas comunes, jardines, fachadas y demás elementos de un edificio es clave para proteger la inversión de los condóminos, así como para evitar gastos elevados de forma abrupta como, por ejemplo, la reparación de un ascensor.
Una forma de proteger los intereses de los inquilinos y asegurar el mantenimiento de los edificios es mediante el pago de una cuota periódica, que se destina a la compra y contratación de expertos para conservar el inmueble en óptimas condiciones.
Algunos de los aspectos que se cubren con el pago de la cuota de mantenimiento son:
Además, dependiendo de la región y la cantidad de lluvia que cae durante el año, el retoque de impermeabilizantes, manos de pintura extra y demás elementos pueden ser necesarios para mantener la fachada. Los edificios en vertical suelen tener un mayor escurrimiento de agua cuando llueve, por lo que las necesidades de mantenimiento pueden depender del clima, la humedad o la cantidad y potencia del sol.
Es importante que los condóminos contemplen el pago de una cuota de mantenimiento como un seguro de protección para su inversión, pero también es importante un manejo transparente y en consenso del dinero recaudado, ya sea por una tercera parte encargada de manejar el mantenimiento del edificio, o por parte de una junta vecinal.
En el caso de las viviendas individuales o los edificios que no se encuentran en régimen de condominio, el mantenimiento de zonas comunes también es importante. En el caso de residenciales privadas con amenidades, la junta vecinal debe encargarse de dar mantenimiento a:
Dependiendo del tipo de desarrollo, las necesidades serán diferentes, pero la importancia del mantenimiento para conservar el valor de tu patrimonio no cambia. Invertir en mantenimiento ahora puede ahorrar mucho dinero, o incluso hacerte ganar mucho dinero, el día de mañana.