Invertir en el mercado inmobiliario es una excelente oportunidad para obtener ingresos significativos. Ya sea a través de alquileres o de la compra y venta de propiedades, hay muchas opciones para convertirte en un inversionista inmobiliario de éxito.
Es importante saber diferenciar entre las propiedades e instrumentos de inversión a tu alcance cuando vas a hacer un movimiento en el mercado inmobiliario. En este blog, hablaremos específicamente de dos propiedades muy diferentes, que pueden representar alternativas interesantes para ti, de acuerdo a tus objetivos financieros. ¡Sigue leyendo!
En los últimos años, hemos visto la compra y renta de oficinas tambalearse de manera drástica y luego recuperarse. Nuevos modelos de negocio, espacios de coworking parciales e incluso rentas compartidas de oficinas son algunas de las opciones que hemos visto hacerse camino en la industria luego de la contingencia que finalizó en el año 2022.
Si bien la estadística de riesgo es un poco mayor a la de un departamento, y la inversión inicial requerida puede ser más sustancial, invertir en una oficina corporativa para arrendar a otras empresas, o como espacio de coworking para múltiples profesionales puede tener resultados muy interesantes, y ganancias elevadas que te permitirán continuar expandiendo tu negocio o tu inversión.
Además de ser una decisión menos arriesgada, invertir en un departamento puede ofrecer una serie de beneficios adicionales. A diferencia de una oficina corporativa, siempre hay una demanda constante de personas que buscan un lugar para vivir. Esto significa que la rentabilidad de un departamento puede ser más estable y predecible a largo plazo.
Otra ventaja de invertir en un departamento es la posibilidad de diversificar tu cartera de inversiones. Al tener una propiedad residencial en tu cartera, puedes equilibrar el riesgo asociado con otras inversiones y asegurarte de tener una fuente adicional de ingresos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que invertir en un departamento también tiene sus desafíos. Por ejemplo, puede requerir una inversión inicial significativa para adquirir la propiedad y puede llevar tiempo encontrar el inquilino adecuado. Además, como propietario, tendrás responsabilidades adicionales, como el mantenimiento y la gestión de la propiedad.
Como puedes ver, ambas son excelentes opciones para hacer una inversión solo es cuestión de que identifiques en qué perfil encajas mejor y cuales son tus objetivos de crecimiento.