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¿De verdad vale la pena comprar departamentos en Mérida?

Escrito por Via Montejo | 10 de junio 2016

 

Ahí estás tú: a punto de tomar una de las decisiones más importantes de tu vida. Después de años de estudio y de trabajo, tienes todo lo que necesitas para adquirir tu primera propiedad en Mérida. Has consultado tus opciones, tu cabeza está llena de sueños y planes para tu futuro nuevo hogar y quieres hacer una compra inteligente, sin caer en los impulsos. Después de todo, comprar una vivienda es quizá la inversión más importante que vas a hacer en tu vida: piensa que invertirás el equivalente a lo que gastarías en 10 carros, por un espacio en el que puedas sentirte a tus anchas y en el que vas a vivir durante muchos años.

Pero algo no te cuadra. La verdad es que la idea de una casa con jardín, porche, habitaciones vacías y un enorme comedor ha dejado de serte atractiva. Y no te pasa sólo a ti: hoy en día, miles de personas eligen otras opciones de vivienda, más cercanas a su estilo de vida.  Cada vez más, oyes hablar sobre edificios de departamentos y la opción te resulta mucho más cercana a la casa que has soñado para ti, pero también te llenas de dudas sobre si vale la pena invertir en este tipo de propiedad.

Y es que, aunque cada vez son más atractivos para sus propietarios, los edificios de departamentos en Mérida están llenos de mitos sobre los que escribimos en este artículo. ¿Estás pensando invertir y vivir en uno de ellos? Quizá estas frases te sean familiares:

“Con lo que gastas en un departamento en Mérida, te alcanza para comprarte una casota”

Esto es indiscutible, como lo es el hecho de que dos propiedades con características similares no cuestan lo mismo en distintas zonas de la ciudad.

Es verdad, quizá lo que pagas por un metro cuadrado en un departamento dentro de un desarrollo de usos mixtos te alcance para comprar un espacio más amplio… en una zona con menor plusvalía. Pero también es cierto que no sabes para qué necesitas tanto espacio y no quieres pagar por metros y metros en una casa en la que te sientes aislado y alejado de todo lo que a ti te importa. La palabra clave aquí se llama ubicación.

Ubicación para no tener que perder el tiempo transportándote de tu trabajo a la casa y de la casa al trabajo todos los días de tu vida. Después de todo, de nada sirve tener una espaciosa mansión a la que sólo vas a llegar a dormir porque no te queda cerca de nada.

Dicho en otras palabras: la vida no se mide en metros cuadrados. Se vive en los momentos que disfrutas cuando dejas de perder el tiempo trasladándote de un lugar a otro.

“¿Por qué no buscas algo con más plusvalía?”

Claro. Eso es precisamente lo que estás haciendo. La plusvalía de una propiedad no depende de los metros cuadrados, sino de factores como la ubicación, el tipo de propiedad y los servicios que encuentras alrededor de ella. Actualmente existen zonas con muy alta plusvalía, que todos podemos ubicar: una propiedad en el norte de Mérida garantiza que tu inversión se acreciente año con año y es ahí donde se levantan la mayoría de los edificios de departamentos.

Sin embargo, hay un factor importantísimo para elevar el valor de un metro cuadrado y es la cercanía de tu propiedad con los servicios y lugares de trabajo.

Se ha comprobado que un desarrollo inmobiliario puede incrementar hasta 25% su valor si garantiza a sus residentes satisfacer sus necesidades de descanso, trabajo y diversión a una distancia menor a 600 metros.

“Vas a necesitar más espacio cuando crezca tu familia”

Es cierto, y también es cierto que los departamentos no son una opción para todo tipo de personas. De hecho, ningún tipo de propiedad lo es: para adquirir, construir o diseñar el lugar de tus sueños, primero tienes que preguntarte cuáles son tus sueños. Para los jóvenes solteros, las parejas recién casadas o con uno o dos hijos, los departamentos son una excelente opción, pues les ofrece comodidades que en una casa serían muy difíciles de mantener, con la ventaja de estar cerca de escuelas, supermercados, parques y otros centros de entretenimiento.

Si, por el contrario, sueñas con tener una familia más grande, quizá este tipo de propiedades no sea para ti. Como en las grandes decisiones de la vida, debes tener en claro qué es lo que quieres y qué necesitas para logarlo.

Así que ahí estás tú: a punto de tomar la mejor decisión de tu vida. Consultaste varias opciones, y al final recordaste el punto más importante: es tu decisión. Es tu vida. Seguro elegirás lo mejor para ti.