La economía de México está en un punto crucial, con la expectativa de recibir flujos históricos de inversión extranjera directa en 2024 y 2025, según un análisis reciente de Forbes. Esto resulta especialmente relevante considerando los cambios constitucionales recientes, los cuales, aunque podrían haber generado incertidumbre entre inversores, no han afectado la atracción de capital extranjero.
A pesar de este contexto, México se ha mantenido como un destino atractivo para la inversión. La confianza en la estabilidad económica y el potencial de crecimiento ha prevalecido, superando cualquier inquietud. El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) resalta este fenómeno, señalando que la inversión extranjera directa no solo será significativa en los próximos años, sino que alcanzará niveles récord que no se veían desde 1999.
Según el organismo dependiente de la Cámara de Diputados, la inversión extranjera directa en México ascenderá a 38 mil 411 millones de dólares en 2024, cantidad 6.53 por ciento superior al registrado al cierre de 2023. En ese año llegaron más de 36 mil 058 millones de dólares.
En este entorno económico favorable, invertir en bienes raíces en México representa una oportunidad estratégica. El país no solo está atrayendo capital extranjero en sectores industriales y tecnológicos, sino que también está viendo un aumento en la demanda de propiedades comerciales y residenciales. Con flujos de inversión que apuntan a niveles históricos, las ciudades y zonas en desarrollo están experimentando una revalorización constante. Esto hace que invertir en bienes raíces sea una opción sólida para quienes buscan diversificar su cartera y beneficiarse del crecimiento económico del país.
Además, con la tendencia de la inversión extranjera y el desarrollo de infraestructura, los precios de los inmuebles están posicionados para aumentar, lo que convierte a los bienes raíces en una opción atractiva tanto para inversionistas nacionales como internacionales. Aprovechar este momento puede generar rendimientos significativos a largo plazo.
Un segmento destacado dentro del sector inmobiliario es el de las oficinas corporativas de lujo. Dado el aumento de inversión extranjera y el crecimiento de sectores clave como el tecnológico, México está viendo una mayor demanda de espacios corporativos en ciudades como Ciudad de México, Monterrey, Mérida y Guadalajara.
Las empresas internacionales están buscando establecer o expandir sus operaciones en el país, lo que ha generado un alza en la demanda de oficinas de alta calidad. Invertir en oficinas corporativas en estos centros urbanos se presenta como una opción rentable, ya que ofrece no solo ganancias a corto plazo mediante alquileres, sino también una apreciación en el valor del inmueble en el largo plazo.
Además, la tendencia hacia modelos híbridos de trabajo hace que muchas empresas necesiten espacios flexibles que puedan adaptarse a estas nuevas necesidades, lo que posiciona las oficinas corporativas como una excelente inversión en cualquier momento.