Actualmente, el panorama inmobiliario de las ciudades está cambiando a una velocidad vertiginosa. En el caso de Mérida, el paisaje se ha transformado gracias a la creación de espacios residenciales a los que los habitantes de la ciudad no estaban acostumbrados y que han elevado su calidad de vida.
Hoy en día existen lugares distintos a las casas-habitación como las que los yucatecos conocíamos tradicionalmente y, aunque durante mucho tiempo se creyó que en Mérida no "aplicaba” el modelo de condominios, o los edificios de departamentos, la realidad nos ha demostrado otra cosa.
Incluso el Congreso del Estado de Yucatán aprobó un régimen de condominios que está vigente tanto en Mérida como en otras ciudades de la entidad y permite impulsar la existencia de estos espacios y, al mismo tiempo, regular la forma en la que interactúan los habitantes de cada uno de estos desarrollos residenciales.
Foto: Justin Luebke
¿Qué cambió en Mérida?
El crecimiento de la ciudad ha llevado a una población con personas variopintas y como en gustos se rompen géneros, no todos son aficionados a los espacios residenciales amplios y con recámaras alejadas unas de otras. Algunas personas desean un ambiente más acogedor o saben que, en cuestión de vivienda, la relación costo-beneficio es sumamente importante. Por eso prefieren contar con el respaldo de un condominio donde se procura el bien común de todos los vecinos.
Eso hizo importante crear un Régimen de Propiedad en Condominios adaptado precisamente a Yucatán: además de situaciones legales, en él se establecen los lineamientos para una convivencia pacífica y armónica entre los habitantes de un edificio residencial que puede consultarse como un manual del buen vecino.
Régimen de condominio: regulando la convivencia en los departamentos en Mérida
Uno de los mayores temores cuando uno adquiere una propiedad en un edificio multi-residencial es la posibilidad de tener que lidiar con los malos vecinos, magníficos ejemplares humanos que nunca procuran el bien común. Se caracterizan por estar siempre con mala cara, no respetar a los demás condóminos y hacer mucho ruido, entre otros molestos comportamientos.
Por suerte, en el Régimen de Propiedad en Condominio de Yucatán se establecen las bases de la convivencia y, en especial, los lineamientos a seguir que permiten tener un estilo de vida pacífico y tranquilo. Estas bases se pueden dividir en cuatro ejes principales:
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El mantenimiento.
El edificio es de todos, las áreas comunes son tarea de todos, pero al ser imposible regular que los vecinos se encarguen de “su parte” se establecen cuotas de mantenimiento que regulen su comportamiento al interior del inmueble. Eso significa que la limpieza general, la pintura, mantenimiento y seguridad del edificio son tareas compartidas, pero al ser imposible definir encargados de estas tareas, se realiza una contratación de servicios externos y el costo se divide entre los condóminos. -
Las construcciones y remodelaciones
Al interior de su departamento, el condómino puede hacer las remodelaciones y adecuaciones que quiera, siempre y cuando no atente contra la seguridad del edificio ni de los habitantes. -
La convivencia pacífica
Se recomienda no molestar de ninguna forma a los demás vecinos: música a volúmenes moderados, mantener tranquilas a las mascotas, evitar conductas que atenten contra las buenas costumbres, etcétera. -
Asistir a las asambleas y participar de las decisiones
Las asambleas de vecinos toman decisiones que afectan a todos, es importante que todos los condóminos se preocupen por ellas y participen activamente.
Al final, estas son reglas muy simples: el manual del buen vecino permite la convivencia pacífica entre todos los involucrados en una copropiedad y nos permite seguir disfrutando de la tranquilidad y calidad de vida que siempre ha distinguido a Mérida y sus habitantes.